Ayer, miércoles 27 de septiembre, finalizó la Séptima semana del juicio llevado a cabo en el Tribunal Federal de Fiske Menuko, por el asesinato del lamgen Rafael Nahuel, el 25 de noviembre de 2017, en el que se encuentran imputados cinco gendarmes del Grupo Albatros de la Prefectura Naval Argentina.

Fue el día de las declaraciones de Fausto Jones Huala, compañero de Rafael Nahuel en el momento de su muerte, María Natalia Jalil, Licenciada en criminalística a quién convocaron para tomarle muestras a Fausto y Lautaro en la ruta en el momento de los hechos, Castillo Cristian Orlando. Jefe de criminalística, también convocado junto a Jalil para tomar muestras y fotos, y Carlos Barrilín, chofer de ambulancia que llevó el cuerpo de Rafael hasta la morgue.

Dentro de la declaración de Fausto, se puede observar una vez más, que los hechos están muy lejos de haber sido un enfrentamientos, tal y como la defensa del grupo Albatros quiso imponer desde un principio.

Fausto declaró: «cuando escuché los primeros disparos, nosotros veníamos bajando. Los disparos empezaron desde abajo. Apenas escucho los disparos, empiezo a correr. (…) cuando corrimos de las balas cuesta arriba, Rafa y Johana estaban a mi izquierda. Veo caer a Rafa y luego a Johana que se agarra el hombro.”

Tanto la querella como la fiscalía, hicieron hincapié en que Fausto pudiera detallar cada paso en el momento del asesinato de Rafael. “Llego a la planicie donde le dispararon a Rafa y veo que mis lamgen seguían corriendo y por eso empezé a tirar piedras (…) Una vez cesados los disparos, me pude acercar a Rafa para ver cómo estaba (…) Con unos palos que habían ahí, el peñi Lautaro y yo armamos una camilla para subirlo, pero él pedía que lo dejemos ahí. Lo movíamos unos pasos y se bajaba, hasta que el peñi Lautaro lo sujetó con una soga, y poder bajarlo de la montaña”.

Recordemos que Fausto y Lautaro Gonzáles llegan hasta la ruta con Rafa para que lo auxilie prefectura y en ese momento los detienen a ellos. Fausto también declaró: “Nos esposaron con precintos” “Al peñi Lautaro los precintos le estaban cortando la circulación. Les dijimos varias veces, pero no nos hacían caso, se reían (…) Accedimos a que nos sacaran muestras de las manos, porque no teníamos nada que esconder. Nosotros no usamos armas de fuego, solo piedras».

La querella le preguntó porqué había declarado en su momento, que ellos tenían armas de fuego: «Me presenté al juzgado de Bariloche sin saber que iba a pasar. La fiscal, la jueza y el juez me dijeron si firmas el agregado asumiendo que ejercieron violencia con armas de fuego en contra de las fuerzas, así vas a estar preso por 3 años y luego en libertad (…) Yo estaba cansado de estar prófugo, de no ver a mis hijos, un hijo recién nacido y mi compañera no tenía un trabajo estable, era la única vía que me quedaba”.

También la defensa de los gendarmes le pregunto porqué no había hecho la denuncia en vez de aceptar a lo que Fausto respondió: “Usted sabe todo el estigma que hay con mi familia y el pueblo mapuche. Nosotros hemos presentado miles de denuncias, y nunca nos ayudaron, nunca nos dieron respuesta. Menos me iban a ayudar ahora”.

La siguiente declaración fue de María Natalia Jalil, Licenciada en criminalística a quién convocaron para tomarle muestras a Fausto y Lautaro en la ruta en el momento de los hechos. Declaró: «Habré llegado al el lugar, 19, 19 y algo o creo que después (…) Cuando llegué estaban autoridades provinciales y nacionales (…) Habían dos fiscales (…) Nos informaron que había una persona de sexo masculino fallecida. Que estaban involucradas las fuerzas federales (…) El cuerpo estaba sobre la banquina, sobre la camilla de madera, no me acuerdo si estaba tapado el cuerpo, le pusimos bolsas de papel en las manos, para la autopsia (…) Más o menos pasaron 2 horas hasta que les tomamos las muestras a los detenidos (…) La intención de tomar las muestras, es para saber si estuvo en contacto a cerca de una arma de fuego. No necesariamente significa que la persona haya disparado (…) Una vez que terminamos en la ruta, nos dirigimos a la estación ACA y ahí en el baño del lugar, les tomé las muestras a los gendarmes de Albatros»

El tercero en declarar fue Castillo Cristian Orlando. Jefe de criminalística en ese momento. Licenciado en investigación criminal de la policía. «Lo que se hizo fue recolección de muestras, en los detenidos (…) Particularmente nuestro trabajo fue fotográfico de la zona, del lugar (…) Me encontré con el cuerpo en la morgue». No recuerdo si el cuerpo estaba tapado con algo (…) Hicimos autopsia de la manos. Sacamos fotografías (…) Los albatros para el momento de la toma de muestras estaban bajo la orden de la PSA».

El último en declarar fue Carlos Barrilín. Chofer de ambulancia en el momento de los hechos: “Veo que dos personas bajan en una camilla de madera a otra persona (…) Ahí constataron que había fallecido. Lo revisan y nos hacen salir del lugar (…) Vi cuando los detuvieron, el mismo personal de Albatros (…) Me hicieron firmar como testigo para las muestras».

Tanto el martes como el miércoles, de mañana y tarde, que fue lo que duraron las declaraciones de los 4 testigos, la familia de Rafa fue acompañada afuera del tribunal -como adentro- por diferentes comunidades, organizaciones sociales, instituciones y gente independiente que se acercó a dar su apoyo. También estuvo presente el padre de Sergio Ávalos, quien al cierre de la jornada, dirigió unas palabras de fortaleza y resistencia para hacerle frente a un estado que no responde ni garantiza justicia por los asesinatos y desapariciones de las y los jóvenes en el país.