En los últimos días, la ciudad de Neuquén ha sido escenario de un intenso debate: ¿Por qué la presencia de niños y niñas en las acciones? Esta pregunta, que ronda en el aire y prejuicios de las conversaciones cotidianas, cobró una relevancia dolorosa el pasado domingo 20 de julio, cuando la fuerza pública, bajo la orden del Gobernador Rolando Figueroa, arremetió contra el Pueblo Mapuche porque cuatro comunidades mapuche del Kiñel Mapu Xawvnko exigían la entrega de sus personerías jurídicas : Lof Ragilew Cardenas, Lof Kelv Kura, Lof Fvta Xayen y Lof Newen Kura, los dos últimos de la región hoy llamada Vaca Muerta, sin importar la presencia de picikece (niños y niñas).
El gobierno sabía bien que había niñxs cuando mandó a reprimir. Durante la permanencia envío tres veces al equipo de la guardia de la 2302, Ley de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, dependiente de la Subsecretaría de Familia. Tenían la clara intención de convertir en víctimas a lxs menores y en victimarios a sus padres acusándolos de abandono “por tenerlos a la intemperie, no alimentarlos y descuidarlos”. Hasta propusieron llevarlos a centros de asistencia familiar.
Pero las comunidades representadas por la Confederación Mapuche de Neuquén mantuvieron una permanencia pacífica durante cinco días, junto a sus picikece en la céntrica esquina de Asesino Roca y La Rioja, frente a la Casa de Gobierno.
¿Por qué la presencia de las infancias en estos espacios? La respuesta, para el Pueblo Mapuche radica en su profunda cosmovisión, en la forma de concebir la vida y en la educación mapuche.
Desde el nacimiento, lxs niñxs tienen un lugar preponderante en la vida familiar y comunitaria, y en su desarrollo físico, psicológico y espiritual en conexión con su territorio van comprendiendo la vida como un todo interrelacionado. Aprenden a escuchar, observar, entender y fundamentalmente respetar su vida, su cuerpo y a todas las vidas que componen su espacio.
A través de juegos, danzas, conversaciones, ceremonias familiares y comunitarias van armando su historia personal, familiar, comunitaria y de su Pueblo. El pasado y presente, y lo que soñamos es un recorrido constante en la vida mapuche y lo que garantiza en nuestrxs niñxs la conciencia de que el derecho de un Kvme Felen-Buen Vivir no solo es de las personas sino de todos los seres vivos con los que convivimos: tierra, cielo, astros, plantas, agua, animales, cerros, montañas. A través de la diversión y disfrute de la naturaleza, picikece son educados con valores y principios entregados por familia y autoridades políticas y filosóficas. Todo esto les permite desde muy temprana edad ir cumpliendo roles activos dentro de su Lof- comunidad.
Cuando un niñx nace y habiéndose cumplido el proceso de fortalecimiento de su Ñuke-madre, es presentado en el rewe (espacio ceremonial) durante una ceremonia llamada Meli Folil Kvpan (las cuatro raíces del origen). En este espacio o rewe , el infante es presentado ante los diversos Newen-energías, que habitan su territorio y todos los integrantes de su comunidad que lo reconocen socialmente como un nuevo integrante.
Más tarde, a los 12 años, se realiza otro evento denominado Lakutuwvn para los niños y Katan Pilun para las niñas, un momento crucial en el que la persona inicia el proceso de hacer Gvnezuam. Es la capacidad de pensar y razonar por sí mismx, y no lo hace solx, cada paso lo hará orientado y junto a su familia. Por ejemplo, determinar si el nombre asignado hasta ese momento se corresponde con su AZ (características personales), si se siente representadx física y espiritualmente, decidiendo cómo quiere ser llamadx o reconocidx .
No se puede concebir la vida de picikece desligada de los espacios sociales, espirituales y políticos de la vida del Pueblo Mapuche. Lxs adultxs, hombres y mujeres tenemos la responsabilidad de orientar y garantizar el Kvme Felen-Buen Vivir de nuestro Lofce, en lo social, cultural y económico, y para este buen vivir cada persona cumple un rol.
Las niñas y niños cumplen roles muy importantes como autoridad en el Rewe, como Kajfv Malen (niña azul) y Kajfv Wenxu (niño azul) la vestimenta azul en conmemoración a la tierra azul, cielo azul. Durante las ceremonias, ellxs representan las energías nuevas y junto a todas las demás nuevas energías que confluyen en ese espacio actúan como conexión con los Gen Mapu (protectores de la tierra). Es por todo esto que, desde nuestra cosmovisión, niños y niñas están al lado de sus mayores en todo momento, con profunda conciencia, ya que saben respetar, escuchar y comprender todo lo que sucede a su alrededor.
Sin embargo, el pasado domingo, todos estos valores y derechos de lxs niñxs mapuche fueron vulnerados de manera violenta. Newen Antv, Kajfv Wenxu (autoridad filosófica) del Lof Newen mapu de 14 años recibió un golpe que le fisuró una costilla. Otro pici kona (adolescente) de 16 años, que fue Kajfv Wenxu hasta hace dos años atrás, fue brutalmente golpeado y detenido. Los picikece fueron ocho en total entre 3 y 10 años. Una niña de 6 años sufrió quemaduras en su mano, producto de la violencia ejercida por un policía que pateó con brutalidad un tacho fogonero que nos brindaba calor y las brasas se esparcieron llegando a su manito. Entre los picikece había dos niñas de 6 y 8 años quienes son Kajfv Malen (autoridades filosóficas) y tres niños de 3, 4 y 8 años.
Aunque lograron entrar a una camioneta que les sirvió de refugio, los policías nos le permitían a la madre salir del lugar, lo que generó que lxs pequeñxs presenciaran la brutal represión a sus padres, madres, abuelos, abuelas, tíos, tías, primos, primas, amigas y amigos, quedando aterrados y con mucho miedo.
A nuestros picikece los invadió un llanto estremecedor pidiendo que no les peguen más a sus seres queridos, a la vez que se quedaban mudos sin poder respirar, sin entender por qué ocurría eso, pensando: “Si yo estaba con mi papá, mi mamá, mi hermano, mi tío, mi abuelo, mi abuela y no hacían nada malo, ¿por qué les pegan?” “¿A dónde los llevan?” “¿Qué van a hacer con ellos?”.
Picikece de las comunidades mapuche de Neuquén han visto, una vez más, sus derechos vulnerados, creemos hoy más que nunca, es necesario contarles a quienes todavía no nos conocen o no entienden por qué exigimos que se respeten los derechos constitucionales que tenemos como Pueblo que hasta hoy son violentados por el gobernador Figueroa.
Históricamente hemos respetado a todo aquel que piensa distinto, porque de eso se trata una convivencia intercultural que anhelamos, es por esto que daremos los fundamentos necesarios, de nuestra vida y proyección y de cómo concebimos nuestra lucha como Pueblo.
Esta vez el gobernador Figueroa, quien dice tener sangre mapuche, con total impunidad se atrevió a violentar los derechos de las infancias mapuche a plena luz del día, en el centro de la ciudad capital, a la vista de toda la sociedad de Neuquén, sacandose el disfraz y visibilizando por fin el atropello y usurpación al territorio, cultura e identidad que tenemos por ser un Pueblo preexistente.
Hasta el 20 de julio lo hizo sin público y esto demuestra que los únicos legados que se traspasan de gobierno a gobierno son la entrega de nuestros territorios al mejor postor y que reprimen para acallar a quienes con dignidad y principios alzamos la voz en defensa de nuestros derechos.
¿Pero el gobierno se pregunta cómo son hoy los territorios en donde crecen, se desarrollan y se proyectan nuestros niñxs?
1) Tanto en los territorios del Lof fvta Xayen y Lof Newen kura que se encuentran en lo que hoy llaman Vaca Muerta, como los territorios que habitan el Lof Kelv kura y Lof Ragilew Cárdenas, sus derechos son violentados por distintos intereses desde hace más de 100 años.
2) Nuestrxs niñxs sufren el desmonte de sus territorios producto del extractivismo. En vez de árboles, flores, animales, pájaros y agua, ven torres que se multiplican para extraer un elemento de la naturaleza que llaman petróleo, perdiendo así la capacidad de observación e interrelación con las demás vidas que habitaban el lugar.
3) La contaminación les quita el derecho al agua, porque las aguadas, vertientes y arroyos se secan por la extracción de petróleo y gas, y lo poco que queda se va contaminando, impidiendo su uso para personas, animales y plantas.
4) La usurpación territorial les quita el derecho a su Rewe que es el principal espacio educativo, le reduce el espacio de esparcimiento, de caminar libres en su propio territorio. Les quita el derecho a una alimentación saludable y sostenible, porque sus padres no pueden cultivar sus huertas, ni tener sus granjas, por la contaminación del suelo, aire y agua.
5) Una gran cantidad de niñxs no llegan a su mayoría de edad porque la contaminación les provoca cáncer entre tantas otras enfermedades. Mientras sobreviven no juegan ni se ríen, porque no pueden vivir la vida mapuche ligada a los espacios, sociales, culturales y ceremoniales. Mueren lentamente porque los padres no cuentan con los recursos necesarios para un buen tratamiento.
Con todas estas injusticias que recaen sobre nuestros picikece ¿cómo podríamos padres y madres, ir a luchar sin nuestrxs hijxs?
1)Primero y fundamentalmente en cada espacio estuvimos, estamos y estaremos con ellos y ellas, porque así es nuestra concepción de vida, y cada conocimiento recibido, cada historia contada y cada derecho asumido, se transmite de generación en generación. Porque lxs adultos educan a jóvenes y niñxs y jóvenes y niñxs educan a adultxs.
2) Porque con la intromisión y usurpación constante que sufrimos en los territorios, por privados, petroleras, forestales, mineras, nuestros territorios están amenazados constantemente, ¿cómo podríamos dejar a nuestros hijxs solxs, si nuestros territorios no son libres?
3) Somos padres y madres los primeros defensores de la vida, de la vida de nuestros territorios y de la vida y proyección de nuestra descendencia que son nuestros hijxs y nietxs, por lo que la lucha territorial es con ellxs.
Cómo podríamos entonces, ir a exigirle al gobernador que cumpla con los acuerdos firmados y dejar a nuestras niñeces? Si es el mismo gobierno, el que los despoja de todos sus derechos y entrega irracionalmente a las multinacionales la riqueza de nuestros suelos?, dejándoles a niñxs solo tierra y agua contaminada, sin derecho al gas y a la electricidad que se extrae justamente de su propio territorio.
La verdadera intención quedó en evidencia el dia 20 de julio , cuando nuestrxs niñxs y adolescentes fueron reprimidxs, violentadxs en su ser más profundo, y dicha guardia de la 2302 brilló por su ausencia, ¿en donde estaban los defensores de los derechos de las infancias durante la descontrolada represión que sufrimos juntos a nuestros hijos e hijas?
¿Alguien puede seguir pensando que en este contexto y cruda realidad los derechos de las niñeces están garantizados en sus territorios? ¿ Y que nosotrxs como padres, madres, abuelas, abuelos, vulneramos sus derechos, físicos y psicológicos llevándolos con nosotrxs a las acciones en las que defendemos sus derechos?.
“La participación de niñxs en estas acciones de carácter social y político posibilita el fortalecimiento de su identidad y el despertar en nuestros hijxs el deseo de involucrarse en la demanda de restitución de sus derechos fundamentales como Pueblo Mapuche.”
Lxs niñxs mapuche desde sus subjetividades y roles comprenden y actúan con el énfasis de lxs mayores para fortalecer el sentido de pertenencia e identidad, y la unión, solidaridad y reciprocidad en situaciones de conflicto.
Las acciones son espacios de Xafkintu-intercambio de conocimientos, que se transmiten entre comunidades unidas por un mismo objetivo. Danzas, música, historia, y diversos conocimientos que ayudan a picikece a tener una visión más amplia y real de la vida de su Pueblo. Los instrumentos musicales (kulxug, pvfvjka, ñolkin, xuxuka) no pueden faltar en ningún espacio en donde haya un mapuche, ya sea para festejar la vida, sobrellevar un duelo o darnos aliento mutuamente como ocurrió en esta acción.
Los espacios de recreación y aprendizaje generados predominantemente por las mujeres para picikece en las acciones, también funcionan para fortalecer la identidad. Las distintas generaciones se revinculan, crean y recrean la memoria de nuestro Pueblo. No es siempre a través del relato oral, aunque este tiene un lugar fundamental, también ocurre compartiendo un ayekan-alegrarse a través de la música, o a través del afafan-grito de aliento, o de un abrazo. Así se habilita el lugar de lo sensible y de poyewvn-expresarse cariño, incluso en un contexto de peligro de represión como lo es una medida de acción directa.
Los espacios de resistencia también son espacios de aprendizaje, no sólo de lo que implica la defensa territorial sino de transmisión de conocimientos a nuestros picikece que acontecen de manera espontánea y cultural y que aportan momentos de celebración y disfrute a pesar de la situación de lucha.