El werken del Lof, Juan Paulo Purran, fue quien documentó este hecho, que ocurrió hoy por la madrugada.
Derrames de este tipo son irregularidades nocivas que se repiten regularmente debido a ductos que están al aire libre y que terminan fisurándose por la corrosión de años de exposición a la intemperie.
El territorio del Lof Manuel Segundo Purran está ubicado en el Paraje Portuezuelo, a escasos kilómetros de Cutral Co. El órgano de control, que es la Subsecretaría de Ambiente de Neuquén (su responsable es Juan de Dios Lucelli) y brilla -como siempre- por su ausencia, manteniendo un silencio cómplice.
Cuando el Lof entre en acción aparecerán todos los rótulos conocidos:
«están contra el desarrollo»
«no respetan la ley»
«quieren extorsionar a la pobre petrolera».
Pero está claro y a la vista que, salvo a nosotros, a nadie de los que deberían hacerse responsables por este daño ambiental cada vez más extenso le importa dar una solución.