Se debatió y aprobó un proyecto de Comunicación impulsada por la diputada del Frente de Todxs Soledad Salaburu, que “manifiesta preocupación frente a la declaración de la Honorable Legislatura de la Provincia de Mendoza que repudia la prórroga de la Ley 26160 aprobada por DNU, bajo fundamentos que pretenden afirmar que los mapuches no deben ser considerados pueblos originarios argentinos”.
Parte de los fundamentos al rechazar el contenido anacrónico y xenófobo de los diputados mendocinos fue que la declaración de la legislatura de Mendoza “viola la Constitución Nacional, al menos 12 leyes nacionales, marcos convencionales y arrasa con 40 años de jurídicidad”. Al hablar en el recinto, Soledad Salaburu explicó que se “pretendemos alertar sobre el posicionamiento político que hicieron las y los legisladores que acompañaron esta expresión segregacionista y xenófoba”.
También se escucharon condenas rotundas de parte de la diputada del Frente Grande Soledad Martinez quien en parte de su posición expreso: “al pronunciamiento de la Legislatura de Mendoza, nuestra Legislatura le va a contestar con un pronunciamiento que reconoce el histórico vínculo con el Pueblo Nación Mapuche. Nuestra Constitución provincial reconoce la preexistencia mapuche. Por eso rechazamos los términos utilizados por Mendoza, porque agravia la historia y el proceso que hemos tenido con los mapuche en la Provincia de Neuquen”
También fue muy contundente el diputado del FIT (Frente de Izquierda de los Trabajadores) Andrés Blanco quien remarcó: “lo que prima en estas posiciones es el negacionismo. Tiene simetría con aquellos que niegan el genocidio de la última Dictadura, los que ahora niegan las consecuencias de la mal llamada “Conquista del Desierto”. En Neuquén tenemos pertenencia y participación directa del Pueblo Nación Mapuche en la vida política de Neuquén y aquellos que lo niegan es porque tiene las manos manchadas con sangre. Aquí antes del Estado no tenía fronteras y todos lo sabemos”
Saludamos y respaldamos esta clara expresión de la Legislatura de Neuquén que supo separarse del odio racial que promueve la Legislatura de Mendoza. Lo que hizo la Legislatura mendocina no tiene otro fin que ser portavoces de los intereses empresariales y terratenientes tras las tierras comunitarias mapuche. No miden la enorme gravedad de construir un relato plagado de mentiras y manipulación de la historia reciente a pesar que ha sido desautorizado por todo el mundo académico y numerosas cátedras y universidades del país. Sumamos nuestro aplauso a la Legislatura de Neuquén en este paso a la construcción de un país plurinacional.