Ayer por la tarde, en la segunda jornada del 14° Encuentro de Naciones y Pueblos Originarios -que cierra hoy por la tarde- tuvimos la oportunidad de asistir a una conferencia y conversatorio por la Masacre de Napalpí y su reciente fallo de la justicia federal de Chaco, que consideró que se trató de crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco de un genocidio de los pueblos originarios.
A la salida de la conferencia charlamos con uno de los disertantes, el peñi Simón Álvarez, autoridad Qom de la comunidad de La Leonesa, en Chaco.
Es interesante escucharlo porque nuestro hermano es muy claro a la hora de contextualizar aquel crimen de lesa humanidad acometido contra su pueblo y analizar las implicancias actuales que el fallo de la justicia federal trae a nuestros tiempos y a todos los pueblos originarios de Argentina.
La Masacre de Napalpí fue una matanza cometida por una fuerza de más de cien hombres de la Policía Nacional de Territorios, en la que resultaron asesinadas entre quinientas y mil personas pertenecientes a los pueblos Qom y Mocoví-Moqoit,12 el 19 de julio de 1924 en el paraje El Aguará, en cercanías de la reducción aborigen Napalpí, ubicada en el entonces territorio nacional del Chaco. La masacre fue cometida por fuerzas policiales nacionales, con participación de civiles, bajo órdenes del gobernador Fernando Centeno, quien se hallaba bajo supervisión directa del presidente Marcelo Torcuato de Alvear.
