Finalmente, hace a las 11 de la mañana del día de hoy, los jueces federales Alejandro Silva, Simón Bracco y Pablo Díaz Lacava dieron su veredicto en relación al asesinato de nuestro hermano Rafael Nahuel Yem:

Guillermo Cavia, considerado como autor directo del hecho los jueces se lleva una pena de 5 años.

Los otros tres imputados: Sosa, Pintos, Obregon y García, tendrán una sentencia de 4 años de prisión.

Dos horas antes de esta lectura los acusados daban su último testimonio oral -en caracter de palabras finales- dentro del juicio. El principal imputado, el homicida Guillermo Cavia, decía:

“Tanto yo como mis camaradas obramos y actuamos (…) con el profesionalismo que nos caracteriza, en cumplimiento de una orden emitida por autoridad competente. Y desde ya, siempre sin cometer ningún tipo de excesos, nosotros siempre ajustados a derechos”

El resto de los imputados no hizo otra cosa que refrendar los dichos de Cavia y reforzar la idea de que actuaron ajustados a la ley.

En el transcurso de tiempo entre estos alegatos y la lectura de la sentencia, la Confederación compartió en sus redes sociales un video en el cual dio cuenta del desmedido operativo de seguridad montado fuera del juzgado federal de Fiske Menuko:

El fallo endeble que horas más tarde se dictó, no hizo otra cosa que sellar impunidad frente a un accionar criminal y desmedido por parte de las fuerzas de seguridad del estado. Con el fallo de esta mañana la justicia intenta lavar el accionar de los agentes de Albatros y subyace con él un mensaje de impunidad para la acción represiva que se le transmite a los miembros de todas las fuerzas de seguridad del país.

Al salir de la lectura de la sentencia, el xokiñce amulzugufe (equipo de comunicadorxs) de la Confederación pudo conversar con el Dr. Mariano Przybylski, Director Nacional de Políticas contra la Violencia Institucional de la Secretaría de DDHH de Nación, quien reflexionó sobre el fallo:

Por supuesto que como Confederación no estamos de acuerdo con esta decisión tomada por la justicia federal y acompañamos a la familia de Rafael y a sus patrocinantes legales en todas las instancias de apelación que se sucederán de aquí en más en búsqueda de justicia verdadera para un crimen de odio racial que ha sido soslayado en este primer fallo.